IMAGINAS – JUGUETES EDUCATIVOS – JUGUETES DE MADERA

¿Qué es el juego simbólico en los niños?

Es el juego donde nuestros niños y niñas imitan situaciones que ven en la vida real, sirviéndose para ello de la imaginación o de elementos físicos que les ayudan a recrear las escenas.

El juego es de vital importancia para un correcto crecimiento de nuestros niños, como elemento que contribuye a su desarrollo tanto emocional como intelectual y el juego simbólico es el juego infantil por excelencia.

Aparece en nuestros peques a partir de los 2 años (dependerá de cada niño) y se prolonga hasta los 6 ó 7 años. Este tipo de juego irá evolucionando a medida que vayan creciendo e irá ganando complejidad.

¿En qué consiste el Juego Simbólico?

Inicialmente el juego simbólico solo se limita a reproducir pasajes básicos de la vida cotidiana del mundo de los adultos y gradualmente con el crecimiento emocional y físico del niño, estos juegos ganan complejidad, creando escenarios cada vez más elaborados.

En los primeros años de vida el juego simbólico solo se realiza con los padres, para luego empezar a interactuar con otros niños (sobre los 4 ó 5 años). Como hemos comentado anteriormente, nuestros peques imitan situaciones de la vida real mezclando continuamente lo real con lo imaginario y adquiriendo roles de otras personas u oficios.

Recrean de forma simbólica todo aquello que les rodea y adquieren diferentes papeles en función del juego a representar. Pueden ser médicos, pacientes, cocineros, tenderos, madres, carpinteros, policías…

El ejemplo más evidente es aquella niña que juega con su bebé (lo cuida, lo mima, lo viste y lo desviste) y juega sola o en compañía de sus padres, para luego dar entrada a otros personajes como el médico que cura a su bebé, a hacer de profesora del bebé, ir a comprar al mercado, cocinar…

A través de estas representaciones, nuestros peques asimilarán y comprenderán mejor situaciones complejas de la vida real. Esto les servirá para resolver problemas de futuros.

8 Ventajas del Juego Simbólico

  1. Ayuda a entender el mundo que le rodea.
  2. Favorece la creatividad y la imaginación.
  3. Desarrolla empatía con otros niños y niñas.
  4. Posibilita ponerse en el papel de los otros.
  5. Amplía el lenguaje, las matemáticas y la lógica.
  6. Canaliza sus angustias y preocupaciones.
  7. Le permite encontrar soluciones a conflictos.
  8. Aumenta la socialización, al ser juegos compartidos.

¿Cómo estimular el Juego Simbólico?

Ya hemos visto las ventajas del juego simbólico, y aunque este surge de forma natural cuando intentan imitar todo lo que ven y lo que les rodea, siempre es interesante estimular este tipo de juego para obtener más beneficios.

La mejor forma de hacerlo es jugar con tus hijos. Puedes ser el doctor que cura a su bebé cuando está malito, el tendero que le vende la fruta y verdura…  De esta forma le estás ayudando a recrear nuevas situaciones y personajes que desconoce y ampliando su repertorio.

Para ello es importante tener juguetes adecuados para realizar estos roles y tareas, como por ejemplo un mercado con frutas y verduras, una cocina con diversos utensilios, un botiquín para curar bebés, mobiliario para los bebés tales como una trona, una cuna, ropita de bebé…

Hemos de pensar que tener un puesto de mercado en casa, puede implicar no solo la compra y venta de productos, además implicará todo un sinfín de acciones asociadas tales como dialogar, contar, pesar, sumar, pagar, cobrar…

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